En el recién terminado mes de abril, brotaron las yemas de las cepas, apareciendo primero las horas y después las inflorescencias. De estas últimas luego tendremos flores y más tarde la futura uva. La suma de todos los granos de uva conformarán los racimos.
[caption id="attachment_404" align="aligncenter" width="400"] Salida de hojas en la Loma[/caption]
En las 20 hectáreas de viñedo que trabajamos hay muchísima labor a realizar. La Viticultura Sostenible y la disminución de rendimientos (kilos/hectárea) conllevan más labores en el campo.
Tras la poda de invierno se renuevan los brazos que hayan podido quedar secos, sustituyéndolos por una “vara” que se ha dejado en la poda, que se ata para domarla en esa dirección.
[caption id="attachment_405" align="aligncenter" width="400"] Renovando los brazos[/caption]
Ahora quitan “las rebajas” (les llamamos ‘chupones’): en el tronco de la cepa crecen brotes que hay que retirar a mano para que la cepa centre todas sus fuerzas únicamente en las yemas dejadas en la poda de invierno
[caption id="attachment_406" align="aligncenter" width="400"] Eliminar "las rebajas"[/caption]
Pondremos los difusores de “confusión sexual” un alambre de color rojo -como el del cierre de una bolsa pan de molde- impregnado de olor de feromonas de hembra de polilla, que se coloca en un brazo de la cepa, para luchar contra esa plaga. Se trata de un método ecológico que elimina la aplicación de insecticidas en el viñedo.
[caption id="attachment_407" align="aligncenter" width="400"] Difusores de confusión[/caption]
Después hacemos la labor de la ‘espergura’ o ‘despampanado’, consiste en dejar solamente dos brotes por pulgar para que las uvas estén aireadas, más sanas y su maduración sea mejor.
[caption id="attachment_408" align="aligncenter" width="400"] Labores de espergura o despampanado[/caption]
Ajustamos los alambres y los tensamos. La cepa es una planta trepadora, y a medida que crecen los sarmientos hay que ir introduciéndolos manualmente entre los alambres. Con los zarcillos se va agarrando y sigue creciendo hacia arriba hasta llegar a los alambres superiores. Se hace a mano. Si no se hace así, los sarmientos invadirían las calles entre cepas, no se podría trabajar ni pasar.
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