No habrá VALENCISO añada 2013. Es una decisión que conlleva un enorme esfuerzo. La tomamos para continuar ofreciendo como hasta ahora, año tras año, el gran valor de VALENCISO: certeza. La consistencia en nuestra calidad y en el perfil del vino. La garantía de la marca ante todo.
La base del vino está en el viñedo. Somos agricultores, una actividad sin paredes ni techo. Y años así nos lo recuerdan. Estamos sujetos, a la meteorología.
2013 fue un año muy difícil, con abundantes lluvias, y un proceso de maduración retrasado durante todo el año. Lo peor estaba por llegar al final del ciclo, ya en vísperas de la vendimia: un rápido e intenso ataque de botritis, debido a viento sur -cálido- y humedad. Sumados los dos hechos, afectaron gravemente a la calidad de la cosecha. Se dieron las mismas circunstancias en otras regiones españolas y europeas. En concreto, en Burdeos pasó lo mismo. 2013 fue un año para olvidar en tintos.
No es la primera vez que tomamos esta importante decisión en la vida de la Bodega. La cosecha 2003 fue un año también muy malo, esa vez por el desmesurado calor. Tampoco hubo VALENCISO 2003. Como bodegueros con visión a largo plazo y 36 años de experiencia queremos que cuando elijas uno de nuestros vinos tengas la certeza de acertar.
Con la cosecha 2014 pareció que la Naturaleza quiso compensarnos el desastre del 13.
Es un vino excelente, en el perfecto perfil de VALENCISO: fruta bien presente, viveza, rica nariz de complejidad especiada, y muy persistente.
En octubre estará disponible. Quedan las últimas botellas del 2012, uno de los mejores Reservas de Rioja
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