Valenciso, Nombre del Rioja por más de dos décadas de coherencia, elegancia y fidelidad al origen
Luis Valentín y Carmen Enciso, fundadores de Bodegas Valenciso, han recibido este miércoles el Premio Nombre del Rioja en los V Premios Diario de Vendimia, un reconocimiento a más de dos décadas de trayectoria marcada por la coherencia, la elegancia y la fidelidad a una forma propia de entender el vino. El jurado ha distinguido su aportación a la identidad del Rioja, subrayando un proyecto que desde 1998 se ha construido «botella a botella» y que hoy es considerado uno de los referentes del Rioja clásico y equilibrado.
Durante la recogida del galardón, Valentín y Enciso han subrayado cuánto les emociona el reconocimiento: «Apreciamos más si cabe este premio porque nos recordó a nuestros inicios. Cuando Manuel hablaba de cómo nació NueveCuatroUno, nos vimos reflejados: ilusión, empuje, esperanza… pero también miedo y nervios». Ambos han destacado, además, la especial relevancia de recibir el premio de manos del presidente regional: «Representa a todos los riojanos y, como jarrero, sabe que el vino es el alma de esta tierra».
Valenciso nació en 1998 con un principio tan sencillo como firme —»hacer menos, pero mejor»—. Lo que entonces era un proyecto levantado entre «paredes de cemento y sueños que parecían imposibles» es hoy una bodega reconocida internacionalmente. «Empezamos los dos solos, con 100 barricas y bodegas alquiladas», han recordado. «Hoy somos 11 personas fijas, cultivamos 29 hectáreas y estamos presentes en 42 países».

En su intervención, han reivindicado también la importancia de su equipo y de quienes les acompañaron en el camino: «Muy pocos hemos hecho mucho, gracias a un equipazo», han dicho, mencionando a sus colaboradores actuales y a figuras clave como Michel Rolland, Alicia Eyaralar o Denis Dubourdieu. Tampoco han olvidado sus orígenes profesionales en Cosme Palacio y la huella de quien consideran su «padre profesional», el francés Jean Gervais, «que nos enseñó todo y lo mejor».
El discurso ha reforzado el carácter profundamente humano y vocacional del proyecto. «Muchas veces nos preguntaron por qué decidimos fundar una bodega», ha explicado Enciso. «Fue una mezcla de inconsciencia y valentía; una decisión profesional pero muy sentimental». Ese impulso les llevó a volver «a la tierra de nuestras familias, cruzando el Ebro en sentido inverso al habitual», un gesto que define, han dicho, la esencia romántica de su apuesta.
Desde sus inicios, Valenciso ha sido también pionera en enoturismo cultural y patrimonial con las Experiencias Valenciso, comenzadas en 2010, que abrieron nuevas vías de relación entre las bodegas y los visitantes.
Respecto al momento complejo que vive el sector, Valentín y Enciso han apelado al trabajo colectivo: «La Rioja vive una situación difícil. Deseamos que, entre todos, podamos salir bien —porque pronto y bien lo vemos difícil—». Han puesto el foco en la necesidad de modelos sostenibles y rentables para el viñedo: «Que un día sea más rentable cultivar una viña de 5.000 kg que de 10.000; que nuestros pueblos vivan bien de la viña; que demos oportunidades a los jóvenes; que hagamos de esta Denominación un foco de atracción para empresarios de largo plazo, los que necesita el vino».
La pareja ha cerrado su intervención con un agradecimiento a su equipo, a sus familias y a la vida: «Nos sentimos privilegiados. Hemos trabajado en nuestra tierra, en un oficio precioso ligado a la naturaleza, y hemos creado empleo para 11 familias». Y para cerrar: «Hemos puesto un grano de arena en esta Denominación. Hoy Valenciso se ha hecho mayor, y nosotros también. Muchas gracias por este reconocimiento».






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