En 1998 decidimos unir nuestros apellidos Valentín y Enciso para fundar la Bodega de nuestros sueños.
Parece que fue ayer, pero ha sido un largo camino, siempre ilusionante, de constancia y trabajo, con la paciencia que requieren los grandes vinos.
Hoy VALENCISO, aunando lo mejor de los riojas clásicos -su finura- y lo mejor de los riojas modernos -su fruta- en perfecto y elegante equilibrio, está en más 40 países, con el reconocimiento de la crítica y de los aficionados.
Hemos llegado hasta aquí gracias a los amigos y familiares que confiaron en nosotros, a nuestro eficiente y entusiasta equipo. A aquellos que en estos años han contado con nuestro vino para distribuirlo, para importarlo, para su empresa, para su restaurante, para su tienda, para su casa, para disfrutarlo.
Nuestra gratitud y enorme agradecimiento para todos
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